22 de agosto. Cañuelas, Argentina.

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Era arquero, le tiraron petardos en el estadio Arín y ahora exige una indemnización millonaria

Carlos Bello sufrió daños permanentes en la audición durante un partido jugado en 2013. Los demandados son la AFA y el Cañuelas Fútbol Club.

El ex arquero de Juventud Unida, Carlos Bello.

El ex arquero de Juventud Unida, Carlos Bello.

El partido entre Cañuelas y Juventud Unida disputado el 25 de mayo de 2013 en el Estadio Arín quedó en la memoria de los hinchas porque ese día Mario Alegre, histórico capitán del equipo tambero, sufrió una doble fractura expuesta de peroné cuando estaba cerca de su retiro del fútbol profesional. Pero en ese malogrado encuentro se vivió otra incidencia, tal vez menos recordada: los petardos que en dos ocasiones fueron arrojados hacia el arquero rival Carlos Bello, lo que motivó la suspensión definitiva del encuentro cuando el visitante ganaba 1 a 0. 

Ese lejano episodio extradeportivo se convirtió en un verdadero dolor de cabeza para el Cañuelas Fútbol Club, que ahora enfrenta una demanda millonaria del arquero Bello, que reclama una reparación de casi 200 millones de pesos por la sordera que le provocaron los artefactos pirotécnicos.

La demanda ―también dirigida en forma solidaria contra la Asociación del Fútbol Argentino (AFA)― fue iniciada en 2016 en el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil N° 71 de Capital Federal a cargo del juez Aldo Mario Di Vito, Secretaría Nro. 101.

En el marco del expediente 009870/2016, el abogado Jorge Emilio Saade planteó que el 25 de mayo de 2013, aproximadamente a las 15.30, su asistido Carlos Antonio Bello “se encontraba jugando un partido entre Juventud Unida y Cañuelas Futbol Club, en el estadio de este último, cuando fue agredido y lesionado por bombas de estruendo –pirotecnia- lanzadas desde la tribuna por el público e hinchada local. Al comienzo del encuentro, teniendo la tribuna a sus espaldas, le arrojaron artefactos explosivos uno de los cuales explotó muy cerca de su persona, lo que hizo que cayera pesadamente al césped, aturdido y desorientado. El encuentro se suspendió momentáneamente para que pudiera recibir asistencia médica por parte de los médicos del plantel, para luego reanudar el encuentro”.

“En el minuto 44 del primer tiempo ―continúa Saade― Bello sufrió una segunda agresión: nuevamente le arrojaron bombas de estruendo desde la tribuna. Una de ella explotó pegada a su cuerpo ocasionándole una descompensación total. Mareado y aturdido cayó al césped agarrándose la cabeza, tapándose los oídos, con un zumbido constante. Rápidamente lo asistieron sus compañeros arrastrándolo del lugar para protegerlo de otros posibles proyectiles y pirotecnia arrojados desde la tribuna local. El árbitro del encuentro, Damián Rubino, estaba cerca, presenció lo sucedido y decidió suspender el encuentro”.

Lo narrado por Saade quedó registrado en un video del encuentro que aún se encuentra publicado en Youtube por el ya desaparecido diario deportivo Fan Número 1.
 


El abogado subrayó que como consecuencia de la o las explosiones, Bello notó una disminución de la audición y que tras recibir asistencia médica y estudios audiométricos se comprobó que padece una hipoacusia severa del oído derecho, según informe del Dr. Diego Balbona, por lo que deberá someterse a un implante coclear con uso de audífono.

En la liquidación presentada, que incluye incapacidad, cirugía coclear, daño psíquico, daño estético y daño moral, Saade reclamó una indemnización de 205 A$O (Argentino Oro, una moneda del siglo XIX que se sigue utilizando por su estabilidad y que en ocasiones se usa como referencia en causas judiciales) más intereses. Según la cotización del tercer trimestre de 2025 publicada por el Banco Central, cada A$O equivale a $ 916.019, es decir que la suma pretendida alcanza los 188 millones de pesos.

Saade dirigió el reclamo contra el Cañuelas Fútbol Club “por su omisión de velar por la seguridad, protección y cuidado de los jugadores, cuerpo técnico, etc. que comparten un campo de juego dentro del Estadio”; y contra la casa madre del fútbol argentino, la AFA, por su rol de organizador del evento deportivo. La tercera demandada es la compañía de seguros Antártida.

Carlos Antonio Bello, nacido el  26 de marzo de 1980 en San Antonio de Padua, se incorporó en 2008 a Juventud Unida (San Miguel). Tras pasar por Atlas (General Rodríguez), Argentina Liniers (Villegas), Sportivo Barracas y otros clubes del ascenso, en 2012 regresó a Juventud. Dos años después del incidente de Cañuelas se retiró del fútbol.
 

Parálisis y reactivación del expediente


La causa iniciada en 2016 pasó por distintos estadios. Luego del impulso inicial entró en un letargo, tanto es así que el 4 de octubre de 2023 Bello decidió renunciar a la demanda por “problemas personales”. Su primera abogada, Mariel Viviana Sosa, también se apartó del expediente.

No transcurrió ni un mes hasta que se presentó el nuevo abogado Jorge Saade, quien reactivó el expediente dormido, amplió la demanda y entre otras medidas, modificó el pedido de indemnización pasando de pesos a Argentino Oro.

El 31 de mayo de 2024 Cinthya Julia Blandino, abogada y apoderada de la AFA, se presentó en el expediente pidiendo la prescripción de la causa por el tiempo transcurrido y la inexistencia e incidentes que interrumpieran la prescripción. “Transcurridos ocho años desde la promoción de la demanda, sin efectuar impulso idóneo alguno, la parte actor pretende obtener un enriquecimiento sin causa a costa de mi mandante en un intento de ´ampliación/ transformación´ de demanda, mediante la introducción de un planteo irrazonable y totalmente improcedente como ser la pretendida aplicación de la moneda ´peso argentino oro´”.

En igual sentido se expresó el abogado del Cañuelas Fútbol Club, Juan Ignacio Raskovsky: “Resulta evidente que existió un desinterés por parte de la actora quien inició en 2016 un expediente y no solo notificó en el año 2024 la demanda, sino que la modificó completamente en marzo de 2024, amoldando los hechos a su favor y vulnerando todos los derechos de mi mandante”.

“El actor afirma livianamente que el hecho ocurrió por supuestos simpatizantes de Cañuelas, pero cabe destacar que la falta de identificación de las personas participantes ni siquiera nos permite constatar si habrían sido socios y/o simpatizantes de nuestra Institución, como falsamente sostiene en su demanda. Siempre, en cada disputa, Cañuelas FC cumple con los recaudos de seguridad y prevención, obrando de manera prudente y responsable. Sin embargo, los incidentes como los que se detallan son absolutamente imprevisibles e inevitables, contando incluso con la debida póliza otorgada por AFA”.

En agosto de 2024 el juez Di Vito admitió que el reclamo estaba prescripto y le trasladó las cosas del proceso a Bello, pero en noviembre, tras una apelación de Saade, la Cámara, con las firmas de los jueces Paola Guisado y Juan Pablo Rodríguez, consideró que no se habían cumplido todos los extremos para dictar la caducidad, por lo que el expediente volvió a manos de Di Vito y ahora entrará en una etapa resolutiva.

La cobertura del seguro será otra materia de fuerte discusión en el expediente ya que Antártida, la firma contratada por AFA, también se presentó en el expediente a través de su abogado Edgardo Trasatti, planteando que no tiene relación contractual con el Cañuelas Fútbol Club ya que dicha institución no se encuentra incorporada la póliza de AFA para la cobertura de accidentes personales en ligas y clubes. “En el caso que nos ocupa, “Cañuelas Futbol Club” no está cubierto por las pólizas contratadas” sostuvo Trasatti.
 

Escrito por: Redacción InfoCañuelas