06 de diciembre. Cañuelas, Argentina.

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Liberaron a Héctor Sierra, el hombre que secuestró a la escribana Mathieu

El Juzgado Nro. 8 había ordenado su internación en el Melchor Romero. Un Juzgado de Familia consideró que debe seguir un tratamiento ambulatorio. La Fiscalía pidió una restricción de acercamiento.

Sierra durante el ataque a la escribana.

Sierra durante el ataque a la escribana.

Héctor Darío Sierra -el hombre que atacó a la escribana Julieta Mathieu manteniéndola como rehén durante más de una hora- fue liberado de la unidad psiquiátrica Melchor Romero de La Plata, adonde había sido enviado por disposición del Juzgado Nro. 8 de Cañuelas.

En el dictamen conocido hoy, el titular del Juzgado de Familia Nro. 5 de La Plata, Dr. Hugo Adrián Rondina, dispuso que sea liberado y asistido profesionalmente en forma ambulatoria porque “no presenta riesgo cierto e inminente”. Un informe previo había señalado lo contrario.

El 18 de agosto pasado Sierra, de 59 años, oriundo de Punta del Este (Uruguay) irrumpió en la escribanía de Av. Libertad 749, frente a la Comisaría de Cañuelas, y tras exigirle a Mathieu una escritura (que ella no tenía) la tomó de los cabellos, la arrastró por su oficina y la mantuvo cautiva durante más de una hora con un cuchillo en la garganta. Gracias a la mediación de Pablo Ober -secretario de la Fiscalía 2- y del comisario Inspector Marcelo Silveyra, el atacante se entregó.

Durante el diálogo con los negociacores expresó una serie de incoherencias, entre ellas que había tenido Coronavirus y que se curó consumiendo cáscara de naranja; que el campo en el que vive había sido de los Jesuitas; y que hace unos años sufrió un accidente de tránsito pero que en realidad había sido un atentado planificado.

Ese mismo día quedó detenido por el delito de secuestro coactivo, que prevé una pena de 5 a 15 años de cárcel. 

Posteriormente una psiquiatra del Hospital Marzetti informó que Sierra es “fabulador” con “delirios persecutorios”. Días más tarde los peritos de la Dirección Nacional de Policía Científica dictaminaron, en un informe contundente, que Sierra resultaba “peligroso” y requería internación. 

En base a ese informe, a fines de septiembre el juez Rizzo lo declaró inimputable, lo sobreseyó de la acción penal y lo remitió a la Unidad Penitenciaria 43, conocida como “Melchor Romero” para recibir tratamiento psiquiátrico.

Sin embargo, en una resolución firmada esta semana, el juez Rondina consideró que “En casos como el presente se exige ineludiblemente -a fin de considerar procedente una internación involuntaria- la evaluación de un equipo interdisciplinario que la avale. Tal extremo se encuentra ausente en autos”.

Agrega el juez Rondina que tras ser evaluado por los profesionales del hospital de Alejandro Korn, los mismos informaron que Sierra “no presenta riesgo cierto e inminente, por lo cual no corresponde internación en Hospital Monovalente. Se requiere que continúe con tratamiento ambulatorio en su lugar de referencia”. Y luego agrega que “el causante goza del derecho de tomar decisiones relacionadas a su atención y tratamiento”.

“La intervención judicial en el ámbito penal obedece a una finalidad distinta de la abordada en un fuero de Familia y por lo tanto las facultades asignadas a cada uno de los magistrados intervinientes difieren sustancialmente. La privación de la libertad de una persona en un caso puede ligarse al concepto de pena, dependiente de la decisión judicial. En otro se halla orientado al abordaje interdisciplinario del padecimiento que aqueja al causante. No es el Juez de Familia quien decide internar a alguien sino quien debe controlar la internación aconsejada por un equipo evaluador”, concluye el magistrado.


LA VÍCTIMA EN “ESTADO DE SHOCK”

InfoCañuelas intentó obtener la opinión de la escribana Mathieu, quien se rehusó a hacer declaraciones. “Me acabo de enterar, estoy en estado de shock”, expresó.

Entre tanto, la Fiscalía 2 de la Dra. Norma Pippo solicitó a la jueza de Paz, Inés Del Valle Rivarola, que disponga de manera urgente una medida de restricción de acercamiento para proteger a la víctima.

Como se informó, Sierra atacó a la escribana para exigirle una escritura que, según él, ella estaba reteniendo de manera indebida. Sin embargo, dicha escritura siempre estuvo en poder del Juzgado Civil y Comercial 8 de La Plata ya que en 2012 el atacante perdió un juicio por haber incumplido un contrato de compraventa de un campo con el cañuelense Jorge Luis Porro.
 

Escrito por: Redacción InfoCañuelas