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La “Banda de los countries” atacó de nuevo. Los cinco encapuchados que desde hace más de un año y medio mantienen en vilo a clubes de campo y establecimientos rurales de la zona, intentaron ingresar en la estancia Don Manuel, pero un error de cálculo frustró el atraco.
Como lo adelantó InfoCañuelas, en la noche del miércoles un grupo de encapuchados interceptó a dos personas que salía de la estancia ubicada en el km. 59,800 de la Ruta 205. Tras reducirlos, se llevaron su camioneta, una Volkswagen Saveiro verde, matrícula IPM 331.
Este jueves, tras la declaración del damnificado ante la oficial Daniela Morán del Destacamento de Alejandro Petión, trascendieron más detalles del incidente.
Aproximadamente a las 21 hs. del miércoles 21 de abril, Rafael Báez, de 35 años, domiciliado en Lobos, salían de la estancia acompañado por su pareja luego de haber entregado un pedido de mercadería para los empleados que trabajan en el lugar.
Al llegar a la tranquera ubicada a metros de la 205 se toparon con cinco encapuchados, todos vestidos con ropa oscura, guantes y pasamontañas. A punta de pistola los hicieron descender del vehículo atándolos con una soga que estaba sobre la camioneta.
Acto seguido los hicieron subir a la caja de la Saveiro junto a dos de los delincuentes que los mantuvieron boca abajo y apuntados. La camioneta, según el relato de las víctimas, retomó el camino hacia el casco de la estancia, distante unos 900 metros, con los otros tres delincuentes en el habitáculo.
A mitad de camino se dieron cuenta del error. “Nos equivocamos con ustedes, en realidad estamos buscando al dueño del campo. ¿Vos sabés cómo se llama el dueño?” le preguntaron a Báez, que afirmó no conocerlo y que sólo se había limitado a llevar un pedido para los trabajadores.
Fue así como retomaron nuevamente hacia la ruta y unos metros antes de la tranquera los hicieron bajar con la orden de que se mantuvieran acostados en la zanja, boca abajo.
La banda escapó en la Saveiro, sobre la que quedaron documentos, un celular Samsung J2, otro celular Huawei y 15 mil pesos que Báez había recibido en pago por la mercadería.
Las víctimas aclararon que no podrían reconocer a los malvivientes porque utilizaban pasamontañas y además en todo momento fueron obligados a permanecer mirando el suelo. Tampoco notaron la presencia de algún vehículo de apoyo en las inmediaciones.
Por las características y el modus operandi de este grupo delictivo, queda claro que la zona rural de Cañuelas sigue a merced de la misma banda que opera desde hace más de un año y medio atacando en estancias y clubes de campo, en el último mes con una frecuencia semanal. La pregunta obligada es ¿qué están haciendo o qué harán las autoridades locales para detenerla?
Escrito por: Redacción InfoCañuelas
