26 de abril. Cañuelas, Argentina.

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Tragamonedas y revoleo de terrenos en la Sociedad de Fomento Sargento Cabral

Extrañas operaciones con los lotes y el proyecto de hacer una sala de juegos con máquinas. ¿Cómo está la institución ante la Dirección Provincial de Personería Jurídica?

Crece la polémica en la sede social.

Crece la polémica en la sede social.

Hace unos días InfoCañuelas reveló que durante 2020 la Sociedad de Fomento Sargento Cabral vendió una parcela de 10 x 30,7 metros que formaba parte de su predio, lo que despertó la indignación de vecinos y socios.

Según lo declarado el 5 de febrero por el propio presidente de la entidad, Ricardo Da Fonseca, el terreno fue transferido al comerciante vecino “Lilo” Ilarragorri por un importe de 6,5 millones de pesos que fueron destinados a la reparación de la sede social. Pero ahora trascendió que existe un proyecto para hacer un edificio de dos plantas e instalar una sala de máquinas tragamonedas.

La parcela vendida sería la 7A, partida 20301, donde un grupo de albañiles ya está trabajando en la edificación de una losa. 

Da Fonseca explicó que la operación se realizó “siguiendo todas las de la ley” con la intervención de la escribana Guadalupe Morales. Pero ni los vecinos del barrio ni los socios estaban interiorizados de la reunión en la que se decidió desprenderse del terreno. Haydee Coronel, socia vitalicia e integrante de la comisión directiva durante más de 50 años, dijo a InfoCañuelas que se enteró de la venta por este medio. La definió como “una sinvergüenzada”.

La escribana Morales confirmó a este medio que fue designada por el Cabral para confeccionar la escritura traslativa de dominio y que la misma aún no ha sido concluida. “Como en toda sociedad, el vendedor tiene que acreditar la personería y de acuerdo a lo que prevean sus estatutos, si corresponde un acto especial, tendrá que presentar las actas de la asamblea de socios o de la comisión directiva, pero más información no puedo brindar porque se trata de un acuerdo entre privados”.

Una fuente oficial contactada por este diario brindó algunos detalles sobre el estado registral de la institución. Está inscripta en la Dirección Provincial de Personas Jurídicas desde 2007 como “Sociedad de Fomento Cañuelas Noroeste Sargento Cabral”. En 2012 presentó alguna documentación y en 2015 el único balance, que fue rechazado por estar incompleto. Es llamativo que no existan más presentaciones ya que es conocido por todos que la entidad realizó bailes a lo largo de varios años, con cobro de entrada. 

Ricardo Da Fonseca. Archivo InfoCañuelas.

“Es como si la entidad nunca hubiera registrado actividad, como tampoco registra denuncias por parte de vecinos o integrantes. Y si no hay denuncias, la Provincia no puede hacer nada porque desde La Plata es imposible hacer un monitoreo permanente de las decenas de miles de clubes y organizaciones que hay en el territorio provincial” destacó la fuente consultada.

“Si en Cañuelas se sospecha de alguna irregularidad en la asamblea o venta del inmueble, el municipio o el Concejo Deliberante están facultados para intervenir. Las sociedades de fomento no son entidades públicas pero tampoco son entidades privadas, como se cree. Son ONG que corresponden a un tercer sector, el de las organizaciones sin fines de lucro. Tienen un patrimonio que es social y es por eso que los miembros de la sociedad de fomento no pueden disponer libremente de los bienes que la conforman. Tiene que haber una asamblea de socios que autorice las modificaciones, siguiendo ciertas normas estatutarias”.

“Bastaría con la denuncia del municipio, de algún socio o de algún fundador para que se investigue. El municipio tiene las herramientas para verificar si la venta se hizo de manera regular y la Provincia, a pedido del municipio, puede informar si la institución está constituida de manera legítima”, agregó el portavoz.

Además de su rol fomentista, Da Fonseca es subsecretario de Ordenamiento Urbano de la Municpialidad de Cañuelas aunque en estos días se encuentra de licencia luego de haber dado positivo el test de Covid-19. Funcionarios de la comuna que en los últimos días mantuvieron un contacto telefónico con él lo notaron tranquilo, aunque lógicamente apagado por el impacto del virus. “Él dice que toda la operación se hizo correctamente y que lo demostrará cuando haga falta”.

CANJE Y... ¡BINGO!

En 2007, mucho antes de la polémica venta de una parcela al vecino Ilarragorri, la Sociedad de Fomento Sargento Cabral también decidió desprenderse de un lote.

En aquella oportunidad la comisión directiva, también comandada por Ricardo Da Fonseca, firmó un convenio con Julio Farías, de la Constructora Farías-Bohler, según el cual la empresa recibiría el lote 7A partida 20301 a cambio de la construcción de un nuevo tinglado de 12x47 y pabellones sanitarios. El convenio de obra fue certificado ante escribano el 7 de junio de 2007 y el plazo de finalización de obra era el 31 de agosto de ese año.

Este canje por obra (a diferencia de la venta reciente) fue aprobado en una asamblea aunque muchos socios luego se retiraron enojados con Da Fonseca por el modo en que imponía sus decisiones.

En ese momento la Sociedad de Fomento no pudo transferirle el terreno a la empresa Farías-Bohler porque la institución carecía de personería jurídica. De todos modos Julio Farías hizo el trabajo acordado en el contrato porque confiaba en Da Fonseca. Ambos se conocían de la infancia y hasta fueron compañeros de banco en la escuela primaria. Incluso, a modo de agradecimiento, el constructor agregó a la obra una línea de parrillas que no estaban contempladas en el convenio original.

La obra terminó de acuerdo a lo pautado y la sede que para muchos era “una conejera” se transformó en un amplio y moderno salón de eventos. Pasaron los años y Farías siguió sin formalizar la transferencia del lote. Tampoco supo que la comisión directiva había obtenido la personería. Hace dos meses recibió un llamado de Da Fonseca que lo invitaba a tomar un café para hablar “del terreno”.

El terreno 8A canjeado hace una década por un tinglado; y el 7A vendido el año pasado.

En esa reunión celebrada en una estación de servicio de Cañuelas el fomentista le contó a su viejo amigo que estaban armando un contrato con una empresa para poner máquinas tragamonedas, un negocio que le daría un importante beneficio a la sociedad de fomento. Puso el ejemplo de la agencia hípica que funciona en la planta alta de los Bomberos Voluntarios.

Da Fonseca le contó que él se estaba retirando de la institución, que nueva gente estaba tomando el timón y que él quería definir el tema “del terreno” antes de retirarse definitivamente. Como cierre de la charla le propuso a Farías pagarle 4 millones de pesos para deshacer el convenio firmado en 2007 y renunciar a sus pretensiones sobre el lote.

Farías -según lo que él mismo contó a InfoCañuelas- rechazó la proposición haciéndole notar que el terreno valía por lo menos 10 millones de pesos. “Entonces vas a tener que ir a hablar con ´El negro´, un abogado amigo mío que está manejando todo. Andá a verlo a la oficina de la calle Del Carmen”. Farías se molestó cuando escuchó hablar de abogados, le recordó que eran amigos de la infancia y que el acuerdo con la Sociedad de Fomento lo habían firmado entre ellos en virtud de la confianza mutua.

A los pocos días de ese primer café Da Fonseca y Farías volvieron a juntarse. El fomentista mejoró ligeramente la primera oferta y le propuso 5 millones como número final. “Te van a dar eso y es lo último. Y si vos querés el terreno, tenés que poner 5 millones, porque eso es lo que vale la obra que están haciendo encima para instalar las máquinas tragamonedas”.

Hay un “detalle” que no es menor. Si bien el convenio de 2007 (que se puede leer completo al pie de este artículo) cita la parcela 7A, Farías le aseguró a InfoCañuelas que hubo un error en la redacción del escrito y que la parcela del acuerdo era la 8A, de 10 x 40,7. De hecho hace más de una década se realizó un paredón para separarla del resto del predio social, el agrimensor Luis Bonano hizo la mensura y se colocó un portón con salida a la calle Sargento Cabral. Ese portón de chapa verde desapareció hace un mes y medio, cuando comenzó la obra en la parcela contigua vendida a Ilarragorri. 

Farías y Da Fonseca no volvieron a hablar desde el segundo encuentro. El constructor mastica bronca no sólo porque se pretende violar el convenio firmado, sino porque la edificación que se está haciendo estaría invadiendo la parcela que hace casi 15 años le cedieron a su empresa. Ir a la vía judicial es una de las alternativas que está evaluando.

Da Fonseca nunca le dijo a Farías quién era el misterioso abogado de la calle Del Carmen. Se trata de Sergio Seghezzo, actual vicepresidente de la Sociedad de Fomento Sargento Cabral, a quien Da Fonseca conoció cuando trabajaba en la sede del Colegio Santa María, en la calle Del Carmen, precisamente.

Ante un llamado de InfoCañuelas Seghezzo admitió que las negociaciones para poner máquinas tragamonedas existen. Da Fonseca no contesta el teléfono.


Germán Hergenrether

 

Escrito por: Redacción InfoCañuelas