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En la tarde-noche del jueves la localidad de Vicente Casares se convirtió en un hervidero ante la presencia de una supuesta agrimensora que se encontraba haciendo mediciones en la vieja fábrica La Martona, ubicada detrás de la estación ferroviaria del pueblo. De inmediato se activaron los chats vecinales, hubo llamados al 911 y a la Comisaría 2da. de Máximo Paz.
Cuando llegó la policía, una mujer que se encontraba operando un equipo de medición topográfica se presentó como “Clara” o “Sara” e indicó que había sido enviada por la Secretaría de Hábitat del Ministerio de Desarrollo Territorial que dirige Jorge Ferraresi; y que el plan era hacer un “barrio popular” en el predio de la histórica lechería.
Minutos más tarde el jefe de Gabinete del Municipio, Fernando Jantus, se puso en contacto telefónico con la supuesta agrimensora, quien le ratificó lo expresado a la policía. Jantus le pidió que suspendiera el trabajo y que el organismo al que pertenecía hiciera una presentación formal en el Municipio para dar a conocer el proyecto.
Ante un llamado de InfoCañuelas, Jantus confirmó lo sucedido. “El comisario me pasó el teléfono y hablé con esta persona. Me explicó que había sido enviada por Hábitat de Nación y que se estaba planificando un barrio. Le dije que el municipio no estaba al tanto de eso, le pedí que suspendieran el operativo e hicieran una presentación por escrito en el municipio”, dijo Jantus a InfoCañuelas.
El funcionario agregó que luego se puso en contacto con Marta Ferraro, la secretaria Municipal de Hábitat, para consultar si ella había sido informada o estaba al tanto del supuesto loteo. “Ferraro me dijo que no tenía ningún conocimiento de esto”.
“Hoy vamos comunicarnos con el Ministerio para averiguar un poco más. Nuestra idea no es hacer ningún barrio popular en Vicente Casares. Ese predio de La Martona debería tener otro destino, ponerse en valor, usarlo para generar turismo y beneficios para los vecinos del lugar”, añadió Jantus.
El equipo que revolucionó a Casares.
UN PREDIO QUE FUE LECHERIA, FRIGORÍFICO Y DESARMADERO
La fracción donde se produjo el incidente tiene una superficie de 36 hectáreas. Allí funcionó la fábrica de productos lácteos La Martona desde su fundación, en 1889, hasta su quiebra, a fines de los años ´70.
En 1980 los integrantes de la familia Casares vendieron la fracción a Financiera Occidente, que también terminó en bancarrota. Posteriormente fue adquirida por “La Martona Vicente Casares S. A.”, sociedad que actualmente sigue siendo la propietaria del inmueble.
En 1998 la vieja fábrica cobró notoriedad cuando reabrió como frigorífico a cargo del empresario Horacio Pallas. El matadero duró unos pocos meses ya que Pallas -que no era tan solvente como se suponía- no pudo hacer frente a los préstamos que le otorgaron los bancos Provincia y Edificadora de Olavarría. El emprendimiento tampoco consiguió las habilitaciones necesarias del gobierno Provincial por su cercanía con la zona urbana.
Interior de la fábrica abandonada. Archivo InfoCañuelas.
Tras el fracaso de ese proyecto cárnico varias de las viviendas contiguas fueron ocupadas, lo que en distintos momentos generó malestar en la comunidad de Vicente Casares no sólo por la presencia de gente extraña, ajena al pueblo, sino por actividades reñidas con la cultura de la comunidad, como la demolición de construcciones históricas y poda de árboles centenarios.
El lugar volvió a ser noticia en 2017, cuando se desbarató un desarmadero clandestino. En el lugar fueron encontrados al menos cinco autos robados, un camión, varios blocks, autopartes y documentación. Dos hombres fueron detenidos, uno de ellos de San Justo.
La Martona fue la primera industria láctea de la Argentina y una de las más importantes del mundo, reconocido por una resolución del Congreso Nacional. En el Bicentenario de Cañuelas se debería estar hablando de un rescate de la fábrica con fines turísticos y culturales, no de su depredación por parte del Estado.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas
