Ni bien se corrió el telón, Daniel Roncoli anunció con rostro circunspecto que la Sociedad Italiana de Cañuelas acababa de declararlo “Ciudadano ilustre”. Los aplausos estallaron al instante en la sala repleta y en un giro de comedia el escritor los cambió por carcajadas al exhibir una caja que contenía un tarro de Blem y una franela lustramuebles.
Si alguien imagina que asistir a la presentación de un libro es un acontecimiento solemne, con Daniel Roncoli se equivoca. “Habiendo sido Giorgio Tettamanti el primer presidente de la Sociedad Italiana, resulta llamativo que no haya un busto en su memoria” lanzó el anfitrión para confirmar su desenfado.
Lejos de cualquier pompa, Roncoli prefiere congregar a la gente en torno a un fueguito -como le gusta decir- para compartir esa ancestral fascinación que provocan las historias. Es lo que sucedió el viernes 14 de noviembre en el remozado Teatro Italia, ese magnífico escenario inaugurado en 1891, por el que pasaron grandes artistas como Tita Merello y Luis Sandrini. Oraldo Giatti -el hijo del primer empresario que le dio vida a la sala en los albores del siglo XX- solía contar que el dúo Gardel-Razzano fue uno de los tantos números contrataos por su padre para animar la programación. Nunca se sabrá cuánto hay de mito y cuánto de realidad en ese lejano relato, pero Roncoli se valió de él para amenizar una introducción en la que imaginó al zorzal robándole melodías un ignoto compositor de Cañuelas y recibiendo un balazo durante su huida por la calle Del Carmen.
La perplejidad de los cuervos no habla de Cañuelas pero sí de cuestiones universales como la amistad y el idealismo de aquellos que hacen lo que les gusta, hasta el último respiro. José María Marcos fue el encargado de puntear algunas claves de la novela, protagonizada por el veterano periodista Enrique Abedis Jano, quien durante una recorrida por la cancha vacía de San Lorenzo queda medio trastornado al golpearse la cabeza. “A raíz del golpe se le borran los últimos años, cree que todavía trabaja en la revista El Mérito, ya desaparecida, y que su tarea es coordinar la edición especial por los 100 años de la publicación. Los médicos opinan que tal vez sea mejor seguirle la corriente porque el olvido tal vez sea momentáneo. Los amigos, los allegados, la familia, deciden sumarse a esta ensoñación y convierten la sala de hospital en una redacción donde comienza a tejerse La perplejidad de los cuervos”.
“A través de lo que le sucede al viejo periodista nos enteramos de que fue boxeador amateur, que tuvo un amigo que se hizo profesional, con el que rivalizaba y con el que compitió por una chica del barrio. En paralelo a lo que va sucediendo en la redacción, nos vamos enterando de lo que le pasó al amigo de Jano, qué sucedió entre ellos, dónde quedó la amistad y qué hacía Jano en la cancha en el momento del accidente”.
Marcos concluyó que “Daniel tiene una característica que consiste en construir sus historias prestándoles especial atención a los detalles, un entramado de acciones minúsculas, producto del azar, la voluntad, el destino o la geografía” y comparó la novela con El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, protagonizada por Alonso Quijano -¿Jano?- personaje que simboliza el idealismo y al que se le secó el cerebro de poco dormir y de tanto leer ficciones.
Generoso, Daniel compartió su momento con Nachito Ottone, el pibe de Cañuelas de 13 años que hace pocas semanas cantó en el programa de Guido Kaczka Buenas noches familia, donde recaudó casi 4,5 millones de pesos que donó al sector de básquet del CFC.
Daniel también le cedió el escenario a Claudio Daneff, flamante ganador del título intercontinental de la Organización Internacional de Boxeo en Sudáfrica. Feliz, con relatos de Osvaldo Príncipi, Chaíto mostró su cinturón de campeón ante un público tal vez no habituado al mundo del boxeo.
Osvaldo hizo una síntesis de tantas emociones entrelazadas: “No hay cosa más linda que ese boxeo amateur de los viernes, que de a poco se va perdiendo, pero que hizo grande a las ciudades. El gran Ricardo Arias, aquel periodista de Canal 13, decía que los mejores embajadores que tenía un pago hico se podían ver en los parabrisas de los autos del Turismo de Carretera y en las batas de los boxeadores, que representaban a su ciudad. Y este viernes, con teatro completo, se concentran distintas esferas del pasado, del presente y del futuro de esta ciudad, como Nachito, que cantaba y dijo ´hago lo que me gusta´. No empezó por la plata, empezó porque le gusta. Los Daneff han enfrentado a los leones más grandes del mundo, lo habrán hecho en parte por la plata, pero lo hacen porque les gusta y lo seguirán haciendo porque lo máximo a lo que puede aspirar una persona es representar a su pueblo”.
La perplejidad de los cuervos está disponible en Librería Etchechury y en la tienda online de Caburé Libros, a cargo de la edición.
Daniel Roncoli presentó su novela La perplejidad de los cuervos (Fotogalería)
Teatro Italia, 14 de noviembre de 2025.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas
