17 de octubre. Cañuelas, Argentina.

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Centenario del Hospital de Cañuelas, obra que impulsaron las Damas de Beneficencia

Surgió como Hospital de Caridad General Mitre. Se inauguró el 18 de octubre de 1925.

Plano de 1926, con un proyecto de ampliación. Archivo InfoCañuelas.

Plano de 1926, con un proyecto de ampliación. Archivo InfoCañuelas.

Algunos edificios parecen eternos, inmóviles en el tiempo, como si siempre hubieran formado parte de una determinada geografía. Esa sensación de infinitud nos lleva a olvidar el origen de sus cimientos y -lo que es más injusto- a sepultar en el olvido a los hombres y mujeres que los gestaron.

Difícilmente podrá encontrarse en la historia de Cañuelas otra institución que simbolice un compromiso comunitario más extendido que el Hospital Mitre (hoy Hospital Marzetti), inaugurado el domingo 18 de octubre de 1925, hace cien años. 

Ese espacio creado para la asistencia médica y social de los desvalidos, nacido como “Hospital de Caridad General Mitre”, fue obra de las Damas de Beneficencia, un grupo de mujeres del pueblo guiadas por María Solimán de Michellón, una vecina extraordinaria que a pesar de su prematura viudez y de haber quedado sola al cuidado de cinco hijos, dedicó 23 años de su vida a la creación y sostenimiento del nosocomio.

El Hospital Mitre en 1945. Foto revista Blanco y Colorado.

El Hospital Mitre en 1945. Foto revista Blanco y Colorado.

Primeras comisiones de mujeres


Este 18 de octubre se conmemora el centenario de la inauguración del edificio, la parte visible, pero la Sociedad de Damas de Beneficencia nació tres décadas antes, a finales del siglo XIX. La primera reunión, con la participación de 61 mujeres y señoritas pertenecientes a las principales familias fundadoras del pueblo, se realizó en la casa municipal, el 31 de julio de 1892.

Allí se decidió impulsar una empresa social con cuatro objetivos principales: visitar y socorrer a los enfermos pobres; asistir a los ancianos desamparados; proporcionar ropa, alimentos y educación a los niños huérfanos; y crear y sostener un hospital cuando el capital de la sociedad lo permitiera.

Ese mismo día se definió la comisión directiva, que quedó formada de la siguiente manera: Micaela E. de Olaso (presidenta); María Semundegui (vice primera); Manuela A. de García (vice segunda); Ángela G. de Ogando (tesorera); Laurentina S. de Argüelles (secretaria). Vocales: Isabel N. de Quevedo, Eufemia A. de Zamorano, Nicolasa I. de Torraca, Fermina G. de Iglesias, Josefa M. de Galizia, Dominga G. de Solimano, María Luisa Machicote, Mercedes Cano, María Elizalde, Eufemia Goñi, Paulina Elorga y Angela Patruchi.

La Sociedad de Damas de Cañuelas en 1915. Foto diario El Eco.

La Sociedad de Damas de Cañuelas en 1915. Foto diario El Eco.

En forma inmediata la comisión se abocó a reunir recursos económicos y humanos para llevar adelante los objetivos propuestos. Como primera medida se solicitó la colaboración de los escasos médicos de la localidad para atender a los enfermos don Martín Villalba, Carlos Parra y Crecencia Casas, sumidos en la peor indigencia. Los Dres. Manuel Acuña, Felipe Basavilbaso y Manuel Quevedo Hinojosa contestaron afirmativamente mientras que el Dr. Laureano Rosso, un español recién afincado en Cañuelas, se opuso al colaborar por no estar de acuerdo con los fines de la asociación.

La primera actividad que se organizó para reunir fondos fue un concierto vocal e instrumental en el salón de la Municipalidad, coordinado por el profesor de canto Leopoldo Aztieztetti. Tal fue su éxito que se recaudaron los primeros quinientos pesos de beneficio. 

No había transcurrido un año cuando surgieron las primeras desavenencias entre las damas de la institución, lo que derivó en la renuncia de la presidenta Micaela de Olaso y de varias de sus colaboradoras. Ante el estado de efervescencia, el intendente Constantino Troyteiro decidió disolver la sociedad exigiendo la entrega del libro de actas, documentos y dinero recaudado a una nueva comisión.

La comisión de Damas que concretó la apertura del Hospital. Foto de Moisés Czesler publicada en la revista Blanco y Colorado, noviembre de 1945.

La comisión de Damas que concretó la apertura del Hospital. Foto de Moisés Czesler publicada en la revista Blanco y Colorado, noviembre de 1945.

De Olaso y su grupo no acataron la resolución municipal, pero como la tesorera Ángela de Ogando decidió integrar la nueva comisión, ella misma traspasó los fondos a la entidad sustituta conforma el 23 de julio de 1893, que funcionó de manera precaria y también terminó disuelta. El sucesor del Troyteiro, Rodolfo Ruiz, reorganizó la sociedad y le asignó una subvención mensual lo que le permitió seguir funcionado de manera más sostenida. En 1895 el gobierno le concedió la personería jurídica una participación en los beneficios de Lotería Nacional, consistente en el 0,60 % de las ganancias del organismo.

En 1894 la comisión alquiló dos piezas en la esquina de Independencia y 25 de Mayo para internar y atender a los enfermos, lo que podría considerarse como el primer hospital que tuvo Cañuelas. Ante el crecimiento de la demanda luego se alquiló una casa, pero este precario nosocomio funcionó sólo tres años, hasta 1897, porque se consideró que era más conveniente asistir a los enfermos en sus propios domicilios.

A fines del siglo XIX el señor Felipe Millán, acaudalado vecino de Cañuelas, donó una manzana de terreno y cien mil ladrillos para levantar el Hospital y hasta se llegaron confeccionar los planos pero la donación nunca se hizo efectiva porque tras la muerte del benefactor, sus herederos se negaron a cumplirla.

En 1902 la Sociedad volvió a disolverse por problemas economicos: el subsidio municipal se suspendió, el gobierno provincial se atrasó con el envío de la asignación mensual y Lotería Nacional suspendió la asignación. Entonces se decidió rematar todos los bienes, donar el dinero producido al Hospital San Felipe de San Nicolás y lo que no pudo ser vendido, fue entregado a la Intendencia.

Noticias publicada en el diario porteño La Época, 1918 y 1923.

Noticias publicada en el diario porteño La Época, 1918 y 1923.

Segunda etapa: reorganización y campaña de fondos


Recién en 1907 la Sociedad de Beneficencia se reorganizó por impulso del comisionado municipal Cecilio Fernández Cutiellos. Esta nueva comisión quedó bajo el mandato de Corina Barboza de Ballesteros secundada por María Solimán de Michellón, Nicolasa Irigoyen de Torraca, María de Mozotegui, Fermina García de Iglesias, Ángela Cano de Abraguín, Dolores Morales de Gilly y María Eusebia Barboza de Caminos.

A partir de 1910, bajo la presidencia de María Solimán, la Sociedad comenzó a trabajar de manera más firme en pos del objetivo de construir un Hospital. Para darle mayor credibilidad Se redactaron los estatutos y se tramitó a personería jurídica. Por entonces había 116 socios y cuarenta personas que eran socorridas con remedios o alimentos.

En 1917 el señor Juan Colombo ofreció donar un terreno para la construcción. Era un predio bajo y pantanoso que él mismo se ocupó de rellenar. Sólo puso una condición: que las obras se iniciaran dentro de los 10 meses.  Para cumplir el imperativo se formó una “comisión de propaganda” que integraban el cura párroco José Candaudat, el propio Colombo, Alejandro Miñones, Juan Díaz, Víctor Alzugaray, Ramón Alzugaray, Pedro Varela, Arturo Galizia, José Jamardo, Selin Gilly, Benjamín Palacios, Pascual Donadío, Luis G. García, Miguel Irigoyen y Francisco Galián.
 


Una de las tantas cartas de María Solimán al Congreso de la Nación, con un pedido de ayuda económica. 1910. Archivo InfoCañuelas.

Con el apoyo de los diputados nacionales Alejandro Miñones y Mario Cima, el Congreso aprobó un subsidio de 50 mil pesos para dar inicio a la obra. Los otros 50 mil fueron aportados por los vecinos mediante donaciones de dinero o en especies. Las crónicas de la época cuentan que doña Solimán y las demás integrantes de la comisión solían recorrer en sulky los campos de la zona, pidiendo colaboraciones que se remataban en ferias populares. Luego se publicaban religiosamente en los periódicos locales los nombres de las personas que habían ayudado. En una de esas tantas publicaciones podía leerse: “Arhía, niños de P. Gargiulo, Juan Caeiro, Cristóbal Rossi, Bañera y San Juan, un lechón cada uno. Colegio Don Bosco, ocho aves de raza. Teófilo Cenas, dos gallinas. Josefa Lemos, un trío de aves. María Urretavizcaya, dos pollos. José Macuso, un caballo.”.

En otra oportunidad se realizó un remate feria en La Amarilla, cedida por Leonardo Tejero. Los rematadores Curone, Niveloni y Cía. donaron su comisión. Salieron a la venta 45 vacunos, 10 lanares, 14 yeguarizos y dos porcinos. Culminada la subasta del ganado mayor, todos se trasladaron a la plaza San Martín donde se efectuó un remate de lechones y aves de corral.
 

El Hospital se hace realidad

Medalla obsequiada el día de la fiesta inaugural. Archivo InfoCañuelas.

Medalla obsequiada el día de la fiesta inaugural. Archivo InfoCañuelas.

El 4 de febrero de 1920, ante el escribano Bernardo Vivié, se escrituró el terreno a nombre de la Sociedad de Beneficencia, en tanto que el señor Colombo, donante de la manzana, pidió que el futuro hospital fuera bautizado “General Mitre”.

El 11 de noviembre de 1921 se colocó la piedra fundamental. Fueron padrinos don Luis Domingo Mitre Escardó (nieto de Bartolomé) y su esposa Matilde Negroto, el Dr. Alejandro Miñones y su esposa Juana Robertson Lavalle; el señor Alberto Brown y su esposa Sara Wilson; el Dr. Ezequiel de Olaso (abogado cañuelense que fue legislador y jurista de prestigio nacional) y su esposa María Luisa Crotto. La bendición estuvo a cargo del padre Justo Galilea.

En 1924, tras el llamado a licitación pública para la construcción del edificio, se aceptó la propuesta de Eduardo Helaín y del constructor César Greslebin bajo la inspección honoraria del Ing. Luis María Gilly, uno de los primeros ingenieros nacidos en Cañuelas. 

Un joven Carlos Vega (en el centro) durante la fiesta inaugural del Hospital Mitre. Foto Colección Oraldo Giatti.

Un joven Carlos Vega (en el centro) durante la fiesta inaugural del Hospital Mitre. Foto Colección Oraldo Giatti.

En agosto de 1925 los constructores entregaron la obra terminada, que demandó una inversión de 100 mil pesos. La inauguración se llevó a cabo el domingo 18 de octubre de 1925 en el marco de una gran fiesta comunitaria. Monseñor Marcos Ezcurra bendijo las instalaciones en tanto que fueron padrinos el gobernador de la Provincia José Luis Cantilo; la señora Ercilia Lynch de Casares; Tomás de Estrada y su esposa Silvina Lynch; Alberto Brown y su esposa Sara Wilson; Alejandro Miñones y su esposa Juana Robertson Lavalle; el Dr. Luis Domingo Mitre Escardó y su esposa; Ezequiel de Olaso y su esposa Nicolasa Irigoyen de Torraca. 

Al momento de la inauguración la comisión directiva estaba conformada por María Soliman de Michellón (presidenta); Catalina I. de Machicote, Angela G. de Rotundo, María Elena G. de García; María Luisa M. de Mendigochea, Nicolasa I. de Torraca, Ernestina M. de Irigoyen, Etelvina B. de Herrera, Angélica M. de Natal, Mariana B. de Sarrailh, Antonia E. de Jamardo, Manuela G. de Galizia, María delia R. de García y Raquel R. de Rotundo. La labor del grupo no se agotó en la inauguración, sino que siguió gestionando fondos para ampliar la obra edilicia. Es así que en 1929 se inauguró una sala especial para mujeres.

Algunos datos estadísticos de 1930, publicados en el boletín interno.

Algunos datos estadísticos de 1930, publicados en el boletín interno.

Hacia 1930, en su primer lustro de funcionamiento, el centro de salud atendía entre 150 y 200 enfermos al mes. En 1937 el plantel profesional se reducía a cuatro personas: el director, Dr. Norberto Pereira; el “médico interno” Dr. Antonio B. D´Atri; la dentista Dra. Beatriz B. de Valdez; y la partera doña Elvira C. de Falvo.

Doña Solimán nació el 24 de mayo de 1869 y murió a los 74 años, el 2 de agosto de 1943. El día de su cumpleaños, un 24 de mayo de 1888, se casó con Fernando Ismael Michellón, fallecido tempranamente en 1905. Enviudó muy joven, a los 36 años, con cinco hijos a cargo, lo que no le impidió abocarse a una de las obras más nobles que registra la historia de Cañuelas.

El Hospital Mitre siguió a cargo de las Damas de Beneficencia hasta 1950. El 15 de junio de 1954 se canceló la personería jurídica y como en sus estatutos no se establecía un destino para los bienes, el inmueble se incorporó al patrimonio de la Provincia mediante el decreto Ley 4491 del 2 de abril de 1956. En 1980 el decreto 1786 dispuso la municipalización de 48 hospitales provinciales, entre ellos el de Cañuelas. En el año 2000, por iniciativa del Dr. Roberto Herrera Lizarralde, se aprobó su nueva denominación: “Dr. Ángel Marzetti”.

Doña María Soliman de Michellón. Archivo InfoCañuelas.

Doña María Soliman de Michellón. Archivo InfoCañuelas.

 

Fuentes:
Revista Blanco y Colorado, noviembre de 1945.
Boletín del Hospital Mitre, Nro. 4, agosto de 1936. 
Diario El Eco de Cañuelas, mayo de 1915.
Diario La Época, 25 de marzo de 1918 y 29 de diciembre de 1923. 

 

Escrito por: Germán Hergenrether