19 de abril. Cañuelas, Argentina.

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Curiosidades de La Martona

Desde Borges a Cortázar; desde Arturo Jauretche hasta el origen de la palabra "patovica", todo tiene que ver con La Martona.

Cortázar y Borges.

Cortázar y Borges.

LOS PATOVICAS

Hay distintas versiones sobre el origen de la palabra patovica. Una de ellas refiere que el término deriva de una variedad de patos doble pechuga que Don Vicente Casares criaba en su estancia. El andar altivo de estos patos hizo que los peones lo bautizaran con las primeras letras del nombre y apellido de su patrón: "Vi-Cas".

LA MARTONA Y LA PUBLICIDAD

Un comercial de radio que quedó grabado en la conciencia colectiva del Buenos Aires de los años sesenta decía: "Yoghurt LA MARTONA... Liviiiiaaaaniiito como una paloma!"

La Martona en una publicidad de 1968.

 


LA MARTONA EN VERSO

Varios son los cruces que existen entre La Martona y la producción literaria o musical. Juan Nirvassed, el mismo autor de "Hesperidina", compuso la música del tango "Hoy llegó el dulce de leche" en homenaje a los Casares, mientras que Dante Linyera en su poema lunfardo "Chamuyo al oído", confiesa:

Vos que sos una rana de la madona
rejunando de reojo mi situación
fresca como un quesito de La Martona
¡meta hacerme cosquillas en el corazón!

JULIO CORTÁZAR

El gran escritor argentino definió al Río de la Plata como "el río color dulce de leche La Martona".

HONORIO BUSTOS DOMECQ

Fue el seudónimo que usaron Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares para escribir varias obras en conjunto, aunque en realidad el primer texto que publicaron en colaboración fue "La leche cuajada La Martona - Estudio dietético sobre las leches ácidas" (1936) con el único objetivo literario de resaltar las virtudes de la bebida.

En un reportaje que le realizó Tomás Barna en 1997 Bioy recuerda el origen del aquel texto: "Mis tíos, los Casares, me encargaron -un poco como para estimularme en la literatura, aunque parezca un tanto absurdo- un folleto sobre las virtudes de la leche cuajada y el yogurt. Pagaban $ 16.- la página, que era bastante dinero. Yo sabía que Borges estaba pasando momentos de estrechez económica y le propuse que hiciéramos eso juntos. Nos fuimos a la estancia de los Bioy, que tenían en el partido de Las Flores. La casa estaba casi destruida. Hacía muchos años que habíamos arrendado el campo, y era una casa muy vieja, de 1837. El único cuarto que estaba más o menos bien era el comedor, con una chimenea. Hacía un frío tremendo. Entonces tomábamos cocoa muy espesa, y escribíamos el folleto sobre el yogurt. Aburridos por el tema, pensábamos qué bueno sería escribir, un día, cuentos. Entregados a eso, pasaron años, y un día -en casa de mis padres en la Av. Quintana 174- estaba Borges y le dije: "¡Caramba, por qué no cumplimos el deseo que teníamos entonces y escribimos algún cuento!".

En ese folleto prácticamente desconocido aparecieron los primeros elementos que constituirían el estilo de Borges: "La mezcla de citas falsas con citas verdaderas, el humor irónico y el intento de dar verosimilitud a la ficción", según destaca el crítico Alberto Vaccaro.

ARTURO JAURETCHE

El autor de "Manual de zonceras argentinas" escribió: "Fui un chico bastante lector, no sé si por precoz o porque entre los cuatro y los cinco años no pude correr a la par de los otros y tuve, en cambio, mucha cama y lectura, y bebí mucha leche y barba de choclo. Me quedó afición a las dos primeras. La afición a la leche me creó verdaderos problemas, de hombre, en Buenos Aires, porque en mi juventud era mal visto que un varón la bebiese...entraba a las Martonas mirando a todos lados..." (Arturo Jauretche).

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Escrito por: Redacción InfoCañuelas