15º
Agrandar texto
Enviar por mail
“Nuevamente una triste noticia nos golpea. Desde el club acompañamos en el dolor a familiares y amigos de Juan Pablo Rodríguez Montenegro, quien fuera jugador, socio y ferviente hincha del club. Q.E.P.D ¡Hasta siempre!”.
Con estas palabras el Club Sportivo Piazza -fundado en 1923, el más popular de la ciudad de Azul- despidió al abogado y estudiante de aviación que este mediodía murió en Cañuelas junto a un inspector de la ANAC cuando realizaba el último vuelo antes de diplomarse como piloto privado.
Juan Pablo tenía 34 años y era único hijo. Nació en Azul, donde continúa viviendo su madre. Entre los 6 y los 14 años jugó en las inferiores de Sportivo Piazza, un club de barrio al que siguió siempre vinculado afectivamente una vez que se fue de su ciudad para estudiar abogacía en la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires.
Se recibió en 2012 y luego realizó un posgrado de derecho Tributario en la Universidad Católica Argentina; mientras que en 2020 hizo una diplomatura de Administración y Gestión Aerocomercial y Aeroportuaria en la Universidad Tecnológica Nacional. Entre 2011 y 2012 trabajó en la Fiscalía Descentralizada de Azul y en 2013 se incorporó al departamento legal de Telecentro, empleo que mantuvo hasta la actualidad.
“El Sportivo Piazza es un club muy humilde, por eso se destaca el caso de Juan Pablo, que tuvo la oportunidad de estudiar y progresar. Viajó por el mundo y jamás se olvidó del club. De hecho siempre aparecía en las fotos luciendo la camiseta y cada vez que volvía a Azul nos visitaba. Nos queda un excelente recuerdo de él”, contó Cristian Rodríguez, un colaborador de la institución verde-amarilla.
“Estaba viviendo en Capital, su proyecto era terminar el curso de piloto para irse a vivir a Francia con la novia. Como sabía que tal vez allá no podría trabajar de abogado y le gustaba la aviación, quería tener una herramienta más para poder trabajar en Europa”, agregó Cristian.
Juan Pablo Rodríguez Montenegro, hincha incondicional de Sportivo Piazza.
Luego de algunas interrupciones en su entrenamiento, en las últimas semanas Juan Pablo completó las 40 horas de vuelo mínimas que se requieren para dar el examen de piloto. Ya había volado solo en algunas oportunidades y esta mañana lo hizo nuevamente ante la atenta mirada del inspector de la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC), Ángel Mario Cerreia Varale. Alrededor del mediodía el inspector se subió al Tecnam P2002 matrícula LV 5008 como copiloto para hacer un vuelo examinador de aproximadamente una hora.
Se cree que durante el recorrido Cerreia Varale le redujo la potencia al motor para simular una situación de emergencia -algo típico en los exámenes de futuros pilotos-. Durante esa maniobra, por alguna razón la aeronave perdió sustentación y cayó en forma vertical a unos 2 mil metros del hangar de la escuela 18 Cañuelas. Un testigo que se comunicó con la fiscal Norma Pippo, a cargo de la causa, le contó que minutos antes del siniestro vio el Tecnam blanco volando a baja altura sobre la ruta 3, con movimientos oscilantes.
En cuanto a Cerreia Varale, tenía 62 años y era nacido en Ciudadela. En 1982 egresó del Centro Universitario de Aviación (CUA) con los títulos de piloto comercial, instructor de vuelo y tripulante de cabina de pasajeros.
“Desde la Comisión Directiva de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas acompañamos a las familias y seres queridos, haciéndonos eco del sentimiento de dolor presente en nuestro colectivo por estas pérdidas” publicó APLA en las redes sociales.
Escrito por: Redacción InfoCañuelas
