24 de abril. Cañuelas, Argentina.

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Francisco Avellina: “Estoy eternamente agradecido con la justicia y la policía por lo rápido que actuaron”

El propietario de los terrenos usurpados en Villa Adriana agradeció el rápido accionar de las autoridades.

Francisco Avellina en una jornada laboral.

Francisco Avellina en una jornada laboral.

Francisco Avellina tiene 31 años, trabaja junto a su papá y su abuelo en una quinta de verduras y su sueño, junto a su pareja Paula, era construir una casa con forma de vagón de tren en los terrenos que su familia tiene en Villa Adriana, uno de ellos aledaño a las vías del ferrocarril.

El jueves, cuando varias personas invadieron la propiedad y comenzaron a insultarlo tratándolo de “rico” y “terrateniente”, su sueño se vino abajo. Desahuciado, se sentó en la banquina de la ruta 205 y grabó un video pidiendo ayuda. Las imágenes viralizadas por sus amigos y medios de comunicación quizá sensibilizaron alguna fibra judicial. Lo cierto es que en tiempo récord se ordenó una medida de alzamiento (desalojo) y la restitución de las parcelas a sus propietarios.

“Quiero agradecer en primer lugar al juez Martín Rizzo y al fiscal Lisandro Damonte porque se movieron con una velocidad increíble. Tengo entendido que nunca en Cañuelas se había hecho un desalojo de manera tan rápida. Estoy eternamente agradecido con ellos. También les quiero agradecer al secretario de Seguridad y especialmente a los policías de Alejandro Petión, porque desde un primer momento me acompañaron, pusieron un móvil y hasta me dieron sus teléfonos particulares para que los llamara ante cualquier problema. En tercer lugar a todos los amigos y conocidos que difundieron mi pedido de ayuda”, dijo Francisco a InfoCañuelas.

Una máquina hizo zanjeo y alisado de algunas calles.

También destacó la corrección del procedimiento policial: “El GAD y la Infantería actuaron muy bien. Si se escucharon tiros, fue en respuesta a los piedrazos que la tiró la gente. Si hubieran salido caminando eso no habría pasado, pero lamentablemente hubo resistencia”.

Desde la finalización de la toma la tranquilidad volvió al barrio Villa Adriana, donde al principio miraron con sospechas a Avellina, creyendo que no era el dueño y que buscaba aprovecharse de un momento de confusión. “Hoy los vecinos que me creyeron me pidieron disculpas. Les expliqué que sólo estaba defendiendo lo mío y buscando el bien para mí y para el barrio. También en forma de agradecimiento mandé una máquina con la que estamos haciendo zanjeo en el barrio, alisando algunas calles que tienen pozos e incluso abrimos una calle que no tenía salida.”

“En cuanto a la gente que se metió, no tuve más conflictos. Solamente ayer se acercaron pidiendo que los ayudara para pedir por la libertad de la persona que sigue detenida, creyendo que tengo algún tipo de influencia. Les expliqué que nada que ver, que soy un simple ciudadano que hizo una denuncia policial, defendiendo lo que es mío. Durante la toma dijeron que soy terrateniente y un montón de cosas, pero nada que ver, vivo de la tierra, tengo una quinta familiar con mi papá y mi abuelo, vendemos bolsones de verduras a domicilios y le vendemos a algunas empresas y hospitales, nos rebuscamos con eso”.

Quinta de la familia Avellina.

Egresado del Don Bosco, Avellina es técnico Agropecuario y perito Clasificador de Granos. Cursó varios años de la carrera de Veterinaria pero abandonó para colaborar con su papá y su abuelo en el emprendimiento familiar.

“Parece simple pero es horrible levantarte y encontrarte con tu propiedad tomada, gente que te insulta, que te amenaza. Nunca había vivido una cosa así, yo me crie en el trabajo, trabajando la tierra, no tomando tierra. En ese momento estaba desesperado y no quería saber nada, pensé que si se resolvía ponía un cartel de venta y no volvía nunca más a Villa Adriana. Hoy estoy más tranquilo, volví a confiar y a soñar con esa casa en forma de vagón”.

Escrito por: Redacción InfoCañuelas