28 de marzo. Cañuelas, Argentina.

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Trabajaba en una estancia, sufrió la amputación de un brazo y no le pagan la prótesis

El petisero Nelson Bravo atraviesa una difícil situación luego de un accidente laboral sufrido en 2017.

Nelson y su abogado Nicolás Schick.

Nelson y su abogado Nicolás Schick.

A fines de septiembre de 2017, mientras realizaba tareas en la estancia y club de polo Puesto Viejo, en el partido de Cañuelas, Nelson Nahuel Bravo sufrió la amputación del brazo derecho en forma completa. A más de dos años del accidente laboral, reclama que sus empleadores acaten un fallo judicial y le paguen la prótesis.

Con fecha 28 de marzo de 2018 la jueza Yolanda Scheidegger, titular del Juzgado Nacional del Trabajo Nro. 24 de la ciudad de Buenos Aires, ordenó a las firmas demandadas Ancien Poste S.A. y Londres & Baires S.R.L. el pago de $ 2.680.000 para acceder a una prótesis médica diseñada a medida. Actualizado, el importe de la pieza y el correspondiente entrenamiento de uso hoy superaría los 8 millones de pesos.

El abogado de la víctima, Nicolás Schick, denunció que a pesar del dictamen, la estancia Puesto Viejo se niega a pagar. “Ya están condenados, apelaron y recusaron a la jueza sin fundamentos buscando ganar tiempo. Las empresas demandadas pertenecen al empresario inglés Jeremy Baker, pero durante el proceso se creó una tercera sociedad llamada Rush que está recibiendo todo el movimiento financiero de la estancia mientras las firmas demandadas están siendo liquidadas”.

Schick destacó además que tras el fallo de Scheidegger, en julio de 2018, se determinó una multa diario de $ 10.000 por incumplimiento de la sentencia.

Nelson en el Hospital, el día del accidente.

Mi cliente estaba trabajando en negro, por eso todas las condenas deben ser afrontadas por las empresas propietarias, no por la ART. A este fallo de la prótesis se suma una sentencia por ILT (Incapacidad Laboral Temporaria) equivalente al sueldo que Nelson estaba cobrando, de $ 20.000 mensuales. Ese dinero tampoco lo están pagando. Pagaron dos o tres veces y luego dejaron de hacerlo”.

El dictamen de Scheidegger referido a la prótesis -que implica una reparación de emergencia, independiente de la demanda de fondo por daños e incapacidad laboral- indica que Bravo comenzó a trabajar en Puesto Viejo en julio de 2017. El 30 de septiembre de ese año, en horas de la mañana, se encontraba cargando avena en un tacho ubicado en la base de un chimango. En un movimiento que realizó con las bolsas, el sinfín le “chupó” el brazo derecho provocando una amputación inmediata de toda la extremidad. 

Nelson fue asistido por sus compañeros y luego trasladado al Hospital Marzetti, donde le hicieron curaciones y le suturaron el muñón.

Bravo, de 24 años, domiciliado en la zona rural de Cañuelas, está casado y tiene dos hijos de corta edad. Según su abogado, vive deprimido y sumido en la indigencia. No puede acceder a una jubilación por invalidez porque no está concluido el juicio laboral. Sus pocos ingresos provienen de algunas ayudas que le ofrecen familiares y de juntar basura. 

Nelson en Puesto Viejo y el chimango que, según el abogado, luego del accidente fue modificado con una reja protectora.

“La actual situación de desamparo y desempleo que transita el accionante que le impide contar con los medios para procurarse per se los tratamientos mínimos e indispensables ­por falta de ingresos­, la necesidad de mitigar su dolor actual provocado por la hipersensibilidad del muñón mediante el tratamiento médico de rehabilitación adecuado, la irreversibilidad de la patología que podrá ser atenuada parcialmente mediante la provisión de una prótesis que, a su vez, exige un entrenamiento pre y post protésico para luego de ello, intentar suplir las funciones físicas perdidas con motivo del infortunio y, a la postre, permitir una desventajosa reinserción en el mercado, dejan en evidencia la necesidad de un tratamiento “urgentes” con miras a una eventual colocación de prótesis, habilitan el dictado de la medida requerida” señala el fallo judicial.

“Puesto Viejo es un establecimiento enorme, con cinco canchas de polo, hoteles, venta de parcelas para un barrio privado, ingresos en dólares... Solamente el dueño tiene cien caballos de polo en esa estancia. Es inadmisible que no se cumpla con el pago de la prótesis” concluyó el letrado.

 

Escrito por: Redacción InfoCañuelas