26 de abril. Cañuelas, Argentina.

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Murió el Dr. De Lucca, anestesiólogo del Hospital Marzetti

Desde hacía dos años luchaba contra el cáncer.

Miguel de Lucca.

Miguel de Lucca.

Este martes 17 de diciembre, a los 63 años, murió el Dr. Miguel Angel de Lucca, reconocido anestesiólogo del Hospital Angel Marzetti. El profesional se encontraba internado en el mismo centro de salud en el que trabajó durante más de dos décadas.

Nacido en la ciudad bonaerense de Mercedes, estudió medicina en la Universidad Nacional de La Plata.

El velatorio se realizará este miércoles a partir de las 6 de la mañana en la Cochería Rodríguez (Rivadavia 134). Al mediodía sus restos serán trasladados al crematorio.

De Lucca padecía cáncer y a pesar del agravamiento de su enfermedad, continuó trabajando como dictaba su vocación por la salud pública.

El año pasado su caso tomó estado público a raíz de una carta que le envió a la gobernadora María Eugenia Vidal para denunciar las demoras en la entrega de medicación oncológica por parte del IOMA. A continuación, la recordamos.

Soy un médico de 62 años que se desempeña en el hospital público exclusivamente, en una especialidad crítica, lo hago con mucho sentido de vocación y entrega, lo considero un privilegio porque me permite atender y ser útil a mis conciudadanos. Padezco de una enfermedad oncológica que llevo con mucha dignidad y esperanza, vivo como si no tuviera nada, con la expectativa cotidiana de sentirme pleno, cumpliendo mi misión.

El IOMA, nuestra obra social, me ha autorizado un tratamiento, Nivolumab, que ha hecho que en un mes, debido a mis metástasis óseas, de estar caminando y mantenerme parado con dificultad, haya hecho desaparecer toda la sintomatología y me permita caminar, correr pero sobre todo vivir con una esperanza de una expectativa de vida importante.

Lo cierto es que el IOMA me hace vivir una verdadera angustia cada vez que me tienen que entregar la droga, ya que en todas las ocasiones se atrasa en más de 20 días cortándome el tratamiento sistemáticamente. He llamado infinidad de veces intentando vanamente de encontrar un empleado que se sensibilice con mi situación, pero me he vuelto invisible, he ido otras tantas veces desde Cañuelas al edificio para intentar entrar en contacto con alguien que me apure el expediente que se queda dormido 12 días en cada sección y no alcanzan a darme la medicación aunque la haya pedido 30 días antes porque no me lo permiten pedirla con más tiempo de antelacíon.me entregan la medicación para un ciclo de 1 mes cuando ya solo me la tienen que renovar por 90 días, con trámites engorrosos.

Ud. comprenderá, Sra. Gobernadora, la odisea que significa para mí cada vez que tengo que esperar que me entreguen la medicación y ver que pasan los días y no sé a quién más tocar, llamar, pedir, porque no alcanzan los trámites, las justificaciones, los estudios. Siento que me están condenando a morir cuando la ciencia, la obra social puede darme esa expectativa de vida que haría posible vivir con dignidad los años, meses o días que me quedan, pero haciéndolo de pie, no de rodillas frente al IOMA.

Espero en que Dios me ayude a seguir peleando por una vida digna hasta mis últimos días, y que el IOMA cumpla con su obligación de asistir en tiempo y forma la entrega de la medicación oncológica. Sra. Gobernadora, ustedes tiene en sus manos la posibilidad de que miles de pacientes oncológicos no se les corte la esperanza, y más cuando un tratamiento pareciera ser efectivo, pero si cada vez que me tienen que renovar me atrasan 20,30 días, dejándome sin tratamiento, seguro que esta enfermedad no va a esperar que el IOMA se compadezca de mí; va a seguir avanzando.

Veo con mucho dolor que en una situación de semejante vulnerabilidad, sea la indiferencia, la desidia, la insensibilidad, los factores económicos, los que primen y reinen y no el derecho a una salud digna. Estoy en un tiempo que las palabras y los gestos no alcanzan; sólo alcanzan los hechos concretos. No puedo esperar días, meses, años. Espero que esta carta sirva para que Ud., Gobernadora, se empeñe en darle un corte definitivo a estas situaciones que hacen que los que padecemos esta enfermedad estemos condenados a la soledad y desesperanza.

Estamos totalmente en sus manos porque solo una decisión de nuestros gobernantes puede dar vuelta una situación tan degradante para un ciudadano de a pie. 

De Lucca Miguel Angel,
afiliado IOMA 112109082/00

Escrito por: Redacción InfoCañuelas