29 de abril. Cañuelas, Argentina.

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La orden salesiana decidió retirar al padre Bareuther de Bariloche

Ante el repudio que generó la presencia del sacerdote condenado por abuso sexual, la congregación le dará otro destino.

Perera y Bareuther en el colegio Santa María. Archivo InfoCañuelas.

Perera y Bareuther en el colegio Santa María. Archivo InfoCañuelas.

El padre Carlos Gabriel Bareuther -condenado a tres años de prisión en suspenso por el delito de abuso sexual simple (tocamientos) contra una alumna del colegio Santa María de Cañuelas- deberá dejar la ciudad de Bariloche, a donde fue enviado en febrero de este año para colaborar en la parroquia San Cayetano del barrio El Frutillar.

Debido al revuelo que provocó la presencia del sacerdote en el barrio ubicado al sur de la ciudad, el padre Darío Perera -máxima autoridad de los salesianos en Argentina Sur (región que abarca la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, Chubut, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego)- anunció su traslado a otro lugar que aún no fue precisado.

“Ante la inquietud que su presencia ha despertado en la comunidad, y en pos de llevar tranquilidad, he decidido, de acuerdo con el Señor obispo, que no ejerza el ministerio sacerdotal en público en Bariloche, procurando buscar un nuevo destino” señala el comunicado enviado en las últimas horas a los medios barilochenses.

En el comunicado, Perera defendió el arribo del cura a la provincia de Río Negro para que pudiera seguir ejerciendo el sacerdocio en una comunidad que carece de colegios parroquiales. Sin embargo, en agosto del año pasado, ni bien se conoció el fallo condenatorio del Tribunal Oral 1 de La Plata, la sede porteña de la inspectoría salesiana planteó un escenario mucho más restrictivo. Respondiendo a un llamado de este portal el vocero de la congregación explicó que frente a delitos de índole sexual, “los sacerdotes son inmediatamente apartados del cargo, no pueden estar en contacto con menores y sólo pueden ejercer el ministerio en forma privada”. Si bien la causa penal fue apelada, todavía no hay una resolución de segunda instancia ni un pronunciamiento de la Santa Sede que justifique un cambio de criterio.

Bareuther llegó a Bariloche a fines de febrero luego de un acuerdo entre el obispo local, monseñor Juan Carlos Ares, y su homólogo de Laferrere, Jorge Torres Carbonell. Desde entones participó en misas, procesiones y fogones que fueron ampliamente difundidos en el Facebook de la parroquia. Nadie parecía estar al tanto de su pasado reciente hasta que el periodista Juan Carlos Jalil lo reveló en un minucioso artículo titulado “Cordero de Dios” publicado en la plataforma de periodismo narrativo En Estos Días perteneciente a la Universidad Nacional de Río Negro.

A partir de esa publicación se precipitaron los acontecimientos. La Asociación de Damas Salesianas (ADS) repudió la presencia del sacerdote en El Frutillar, anunció el cierre del oratorio y los espacios lúdicos y cuestionó a la jerarquía eclesiástica por haber avalado el traslado.

EL COMUNICADO

Buenos Aires, 15 de abril de 2024
A la comunidad de Bariloche

Nos comunicamos con ustedes por la repercusión que ha suscitado la presencia del P. Carlos Bareuther en la comunidad de San Carlos de Bariloche.

El P. Carlos fue imputado por dos denuncias de abuso de menores, siendo sobreseído en una de ellas, y condenado en primera instancia con prisión en suspenso, en la otra acusación. Dicha sentencia aún no se encuentra firme y es susceptible de revisión en otras etapas procesales. Los hechos habían sucedido en el Colegio Santa María, de Cañuelas. La congregación, desde el inicio prestó toda su colaboración con la justicia.

La sentencia recaída no le impide el ejercicio del ministerio sacerdotal. Sin embargo, mientras el proceso canónico esté en marcha, la congregación impuso una restricción de trabajo con niños, niñas y adolescentes.

El traslado a Bariloche fue bajo las mismas condiciones con que ejercía el ministerio en su anterior destino. Dichas condiciones son no trabajar con menores. Nunca fue destinado a un colegio ni tuvo presencia pastoral en una institución escolar.

No obstante, ante la inquietud que su presencia ha despertado en la comunidad, y en pos de llevar tranquilidad, he decidido, de acuerdo con el Señor obispo, que no ejerza el ministerio sacerdotal en público en Bariloche, procurando buscar un nuevo destino.

Entendemos cabalmente la preocupación y la sensibilidad que rodea este tema, y queremos asegurarles que hemos tomado todas las medidas necesarias para garantizar un entorno seguro y prevenir cualquier posibilidad de vulneración de derechos a miembros de la comunidad.

Como congregación dedicada a la educación de la niñez y de la juventud, vamos a continuar con nuestro compromiso de asegurar el cuidado y la promoción de la fe de la gente que nos ha sido confiada en esta región.

Cordialmente
P. Darío Perera SDB
Padre Inspector

 

Escrito por: Redacción InfoCañuelas