14 de noviembre. Cañuelas, Argentina.

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Tomás Mastronardi gana y cumple su sueño en México

El joven cañuelense hizo su debut en el boxeo profesional en tierras aztecas con una victoria por nocaut. Conocé su particular historia.

Tomás Mastronardi.

Tomás Mastronardi.

Tomás Mastronardi es un joven cañuelense que decidió ser boxeador profesional. Pero a diferencia del común de los púgiles argentinos que van forjando su carrera dentro de las posibilidades que le ofrece el medio vernáculo, Mastronardi resolvió hacer otra cosa, seguir sus instintos y deseos y modificar el “orden natural” de los parámetros de su actividad. Es por eso que el último sábado hizo su debut profesional en México –tierra boxística si las hay– derrotando por nocaut en el primer round al local José Cruz en el Parque San Rafael de Guadalajara, ciudad en donde el púgil de Cañuelas se encuentra viviendo.

Al término de la pelea Mastronardi mantuvo una amena charla con InfoCañuelas. Habló de sus sueños, de cómo llegó a México y de cómo transcurren sus días en suelo tapatío. 

-¿Cómo fue que resolviste ser boxeador y cuál fue tu camino hasta hoy? 
-Siempre me gustó el boxeo y en el año 2019 resolví que me debía la posibilidad de al menos intentarlo ya que estaba transitando un período de incertidumbre en cuanto a mi vida y no encontraba otra actividad que me llenara. Así fue que buscando encontré el gimnasio de Jonathan Chazarreta y Paola Omad y empecé a entrenar a sus órdenes, primero en el Kilómetro 47 y después en Boedo. 

El viaje se me hacía larguísimo ya que iba casi todos los días y entre ida y vuelta tenía seis horas de viaje. Pero al poco tiempo los profes decidieron radicarse en el sur del país por lo que tuve que salir a buscar otro lugar. Así fue que por conocidos me comuniqué con Ulises Blanco, una persona muy respetada en el ambiente, quien trabajaba en el histórico Almagro Boxing Club. Estuve un tiempo entrenando allí para pasar posteriormente también con Ulises al gimnasio que Mariano Plotinsky (fue campeón Latino OMB y retador mundialista) tienen en Flores. Alcancé a hacer un combate de exhibición en ese tiempo, pero justo vino la pandemia y fue todo barajar y dar de nuevo. 

-¿Cómo resolviste el dilema que se planteó con el parate natural que originó la pandemia? 
-No me desanimé y traté de seguir entrenando por mi cuenta. Y un día mirando las redes sociales vi que un conocido de Cañuelas, Gustavo Bastiano, estaba viviendo en Guadalajara. México es un país de tremenda tradición boxística y justo Guadalajara es la tierra de Saúl “Canelo“ Álvarez, el boxeador más famoso del mundo en la actualidad y de quien soy gran admirador. Así fue que decidí contactarme con él para ver si existía la posibilidad de venirme. Me dijo que existía esa chance así que me fui preparando para instalarme en México. 

-¿Fue dura la decisión de viajar? 
-En Cañuelas tenía todo: mi casa, mi novia, mis amigos. Pero soy un convencido de que si uno tiene un sueño, tiene que luchar para conseguirlo. Obviamente que llegué acá gracias al esfuerzo de mi papá, que me dio la mano necesaria para poder viajar. Pero igualmente para cumplir mi objetivo tuve que salir de mi zona de confort y jugármela. Quería y necesitaba demostrarme a mí mismo mi valor. Así que a fines de 2020 llegué a México con todas mis ilusiones a cuestas. 


-¿Dónde estás viviendo, cómo transcurren tus días? 
-Vivo con Gustavo Bastiano y César de Luca, que también es de Cañuelas. Ellos son mi familia acá en Guadalajara y me apoyan en todo. Les estoy enormemente agradecidos. Tenemos una linda conexión con otros argentinos que están radicados también aquí por lo que todo se hace más fácil. 

-¿Cómo hiciste para insertarte en el medio boxístico local ya que en México lo que sobran son los gimnasios de boxeo pero no cualquiera termina siendo boxeador? 
-Como te dije, Canelo Álvarez es una referencia natural aquí, así que me busqué un lugar en el gimnasio de Néstor “Cutch” Ávila, que había trabajado con Saúl. Empecé a entrenar con él, siempre aprendiendo y mejorando, tratando de pulir errores y hacerme de un estilo propio acorde a mis condiciones. Posteriormente llegamos a contactarnos con mi actual preparador físico Ramiro, que además es nutricionista. Tiene un lugar con las mejores instalaciones para poder entrenar así que conformamos un equipo y hoy competimos bajo la promoción de la empresa V Factor Boxing que tiene muy buena proyección en la región y cuya cara visible es el “Chepo” Reynoso, primer entrenador del Canelo y padre de Eddy, que es quien hoy dirige la campaña del gran campeón mexicano. Es así que en base a dedicación y esfuerzo pude ganarme mi lugar con toda esta gente, lo que me permitió debutar con éxito este último sábado 

-¿Cómo es tu entrenamiento actualmente? 
-Mi rutina arranca a las 5 am desayunando y preparándome para ir al gimnasio a las 6. Hasta las 10 de la mañana entreno bajo la dirección de mis manejadores para después ir a descansar y seguir con mi rutina de alimentación. Por la tarde vuelvo al gimnasio y doy clases y colaboro con los entrenamientos de otros muchachos del equipo. Quiero destacar la ayuda que desde Argentina me brinda mi padre. Sin su esfuerzo yo no podría estar aquí así que le estoy enormemente agradecido. 

Mastronardi no olvida a su Cañuelas natal.

-Ahora, que ya debutaste con éxito, ¿cuál es tu meta? 
-Mi sueño es ser campeón mundial, darle un título a la Argentina y a Cañuelas en particular. Me esfuerzo y trabajo para dar lo mejor. Quiero aprovechar para dejar un mensaje: Nunca es tarde para hacer lo que uno ama y le apasiona. Si algo se quiere, se puede, mientras uno está dispuesto a hacer los sacrificios necesarios para que ello ocurra. 

EL COMIENZO DE UN GRAN PROYECTO DEPORTIVO

El sábado Tomás Mastronardi ganó su primer combate en un ring montado en el Parque San Rafael de Guadalajara. La estadística dirá que en un combate pactado a cuatro asaltos en la categoría welter, derrotó por nocaut en el primer minuto del asalto inicial al local José Cruz, que tenía un record de dos peleas perdidas y una ganada.

Puede que sea el comienzo de algo deportivamente grande o bien un dato numérico más. Pero para la vida de un muchacho lleno de ilusiones que desde pequeño está acostumbrado a luchar, seguro no fue un día más. ¡Adelante Tomás! 

Leonardo Garavaglia.

Escrito por: Leonardo Garavaglia