20 de abril. Cañuelas, Argentina.

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Incomprensible y violento final en la visita de Cañuelas a Villa San Carlos

El Tambero caía por uno a cero cuando una bomba de estruendo cayó cerca de Lautaro Suárez Costa, quien debió retirarse en ambulancia. El árbitro suspendió el encuentro.

Foto: Cañuelas FC.

Foto: Cañuelas FC.

Por un hecho aborrecible e insólito el debut de Cañuelas y San Carlos en Berisso se vio empañado por la estupidez. Una bomba de estruendo que cayó cerca de Lautaro Suárez y dejó aturdido al defensor albirrojo al punto de impedir su continuidad, obligó al árbitro Mariano Negrete a suspender el partido en el minuto 27 del segundo tiempo. Producto de las consecuencias del estruendo, Suárez Costa debió ser retirado en ambulancia siendo asistido posteriormente en el Hospital Interzonal de Berisso en donde recibió el alta pasadas las 20,30. 

Fue una situación incomprensible, dado que nada hacía presumir un desenlace de este tipo. El partido hasta allí se había desarrollado sin inconvenientes e incluso un minuto antes del suceso, el local había conseguido ponerse en ventaja. Pero la imbecilidad humana como en esta ocasión llega a límites insospechados, derribando cualquier razonamiento lógico. Ahora el Tribunal de Disciplina deberá resolver si el partido continúa y en su caso dónde o si se le da por perdido el partido al equipo local ya que los hechos que decantaron en el violento final partieron de la parcialidad del conjunto de Berisso. Triste final para lo que debió ser simplemente un espectáculo deportivo en el marco del inicio de un torneo en donde los estúpidos se robaron el protagonismo. 

El PARTIDO

Antes del precipitado final, hubo un partido en el que ambos equipos mostraron que aún se encuentran moldeando el estilo que pretenden sus entrenadores. En el contexto de lo que es una primera fecha de torneo, ofrecieron un encuentro de trámite parejo, con cierta preminencia del local, la cual alcanzó a plasmar en el marcador por su mejor desempeño en el complemento. 

En la primera etapa, el local intentó a través de Alegre y del experimentado Lucas Licht (con extenso pasado en Primera División) controlar el trámite del juego. Y con un Cañuelas que necesitaba acomodarse en el terreno, conseguía rompiendo líneas con habilitaciones largas romper líneas y complicar a la última línea tambera que mostraba algunos desacoples defensivos. 

 Los intentos de proyecciones ofensivas de Cano y Suárez Costa por las bandas generaban espacios para las salidas largas del local que decantaban en aproximaciones al arco defendido por Cacace, aunque sin generar demasiado peligro. 

Esos problemas comenzaron a solucionarse para Cañuelas con un leve retraso posicional de Trejo que le permitía una mejor cobertura de espacios cuando existían deficiencias en el retroceso y el equipo quedaba demasiado largo entre sus líneas. 


 En la generación de juego fue interesante lo que construyó para Cañuelas Claudio Acosta en la primera mitad. Durante el tiempo en que su condición física lo acompaño se mostró como un jugador claro en las habilitaciones y en la búsqueda de compañeros y espacios libres. Y fue así que a partir de su figura, el tambero comenzó a incursionar en ofensiva con peligro.

Con la movilidad de Sosa y Maraschi (realizó un gran despliegue) en el frente de ataque, el tambero fue el que contó en la primera etapa con las mejores chances de gol. Las dos lo tuvieron a Santiago Sosa como protagonista y ocurrieron en el inicio y el final de la etapa. En la primera de ellas un cabezazo suyo dio en el palo izquierdo del arco defendido por Banegas. La otra fue sobre el epílogo del primer tiempo cuando el delantero remató también de cabeza con el balón yéndose por encima del larguero cuando se encontraba en inmejorable posición para anotar. 

 En el complemento el local se mostró mejor. Con la presión de sus volantes, San Carlos empezó a llegar por las bandas y a generar peligro. A cañuelas por su parte le costaba progresar en el campo ya que Acosta fue mermando en su rendimiento con el correr de los minutos y Alegre se empecinaba en acciones individuales que se diluían en la intrascendencia. Y en ese plano comenzarían a llegar las acciones de gol para el local. Primero avisó Samaniego quien remató desviado solo en el corazón del área luego de un centro y posteriormente luego de un desborde por la derecha, Badell se lo perdió casi debajo del arco. 

 San Carlos era más en ese lapso del partido y de no extraño que llegara así la apertura el marcador. En el minuto 26, luego de una mala salida de Maidana (había hecho un buen partido hasta allí), el balón le quedó suelto a Alexis Alegre quien se acomodó y sacó un extraordinario remate de afuera del área quien dejó sin chances a Cacace Un golazo que ponía en ventaja al local, ante un Cañuelas que no transitaba su mejor momento de partido 

Pero un minuto después llegaría el nefasto desenlace, el que truncó una tranquila tarde de fútbol en donde dos equipos con sus armas intentaban dar los primeros pasos de una larga temporada. 

La violencia finalmente se adueñó de las luces de una tarde que comenzaba a apagarse y que dejó con un claro sabor amargo al aficionado que se moviliza simplemente por el amor a sus colores o por el hecho de disfrutar de un espectáculo que se vio empañado por la acción de los violentos. 

SÍNTESIS

VILLA SAN CARLOS 1: Banegas; Lloyaiy, Slezack, Machín y Licht; Saborido, Alexis Alegre, Raverta y Badell (65´ Figueredo); Samaniego (69´ Fernández) y Lugones (69´ Cao). DT Miguel Restelli Suplentes: Benítez, Russo, Acosta y Miranda 

CAÑUELAS 0: Cacace; Cano, Maidana, Trombetta y Suárez Costa; Ojeda, Trejo, Acosta (70´ G. López, Maraschi; Sosa y Sergio Alegre (60 Alex Morales). DT Fabián Zermattén 

Suplentes: Aguirre, Centurión, G. López, Ottaviani 
Gol: 71´ Alexis Alegre. 
Cancha: Villa San Carlos. 
Árbitro: Mariano Negrete. 
Incidencias: partido suspendido a los 72´ por agresión a Lautaro Suárez Costa

Leonardo Garavaglia

Escrito por: Leonardo Garavaglia